miércoles, 6 de abril de 2011

Santiago de Compostela.

Santiago de Compostela.

La Catedral de Santiago de Compostela es un templo de culto católico situado en la ciudad homónima, en el centro de la provincia de La Coruña, en Galicia (España).Acoge el que, según la tradición, es el sepulcro del Apóstol Santiago, lo cual convirtió al templo en uno de los principales destinos de peregrinación de Europa durante la Edad Media a través del llamado Camino de Santiago, una ruta iniciática en la que se seguía la estela de la Vía Láctea comunicando la peninsula Ibérica con el resto del continente. Esto fue determinante para que los reinos hispánicos medievales participaran en los movimientos culturales de la época; en la actualidad sigue siendo un importante destino de peregrinación. Un privilegio concedido en 1122 por el papa Calixto II declaró que serían «Áño Santo» o «Año Jubilar» en Compostela todos los años en que el día 25 de Julio, día de Santiago, coincidieran en domingo; este privilegio fue confirmado por el papa Alejandro III en su bula Regis aeterni en 1179.
La ciudad vieja de Santiago de Compostela, que se concentra en torno a la catedral, fue declarada bien cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.


Iglesia Románica.

El templo del siglo X también resultó insuficiente para atender las numerosas peregrinaciones que acudían a Santiago de Compostela. Bajo el impulso del rey Alfonso VI el Bravo y del obispo Diego Peláez se iniciaron las obras de una gran catedral románica en el año 1075, a cargo de los maestros de obra Bernardo el Viejo y su ayudante Galperinus Robertus con medio centenar de canteros, según el Codex Calixtinus. El obispo Diego Peláez fue destituido en 1088, parándose las obras por algún tiempo.
Cinco años más tarde las obras estaban en marcha, impulsadas por el recién nombrado administrador de la diócesis, Diego Gelmírez, con el apoyo del nuevo obispo Dalmacio y de Raimundo de Borgoña. En 1101 abandona la ciudad de Compostela el maestro Esteban dejando completadas las capillas del deambulatorio e iniciadas las obras de la fachada de las Platerías. Desde este momento se continuaron con regularidad los trabajos, y durante las dos primeras décadas del siglo XII se remataron los trabajos de los brazos del crucero (en 1111), hasta la colocación de la última piedra, que, si atendemos las indicaciones del Codex Calixtinus, tuvo lugar en el año 1122. Diego Gelmírez, nombrado obispo en 1100 y primer arzobispo de Compostela en 1120, fue la figura más importante en la tarea de impulsar la actividad constructora en Santiago. Aunque hubo diversas paradas durante su construcción, la gran cantidad de limosnas conseguidas hizo posible su vuelta al culto y su consagración en 1128. En el año 1140 ya se habían cubierto seis tramos de las naves, y el maestro Mateo se hizo cargo de la dirección de obras en 1168 cuando inició el pórtico de la Gloria y, aunque continuaron las obras hasta buena parte del siglo XIII, se consagró definitivamente la catedral el año 1211.

Pórtico de la Gloria.

El pórtico de la gloria de la Catedral de Santiago de Compostela es un pórico de estilo románico realizado por el maestro Mateo y su taller por encargo del rey Fernando II, quien donó a este efecto cien maravedís anuales, entre 1168 y 1188, fecha ésta última que consta inscrita en piedra en la catedral como la de su finalización. El 1 de abril de 1188 se colocaron los dinteles del pórtico y la conclusión del conjunto se demoró hasta el año 1211, momento en el que se consagró el templo con la presencia del rey Alfonso IX.El pórtico se divide en tres arcos de medio punto que se corresponden con cada una de las tres naves de la iglesia, sostenidos por gruesos pilares con columnas adosadas. El arco central es el mayor (el doble que cada uno de los laterales), es el único que posee tímpano y está dividido por una columna central, el parteluz, con la figura de Santiago. Verticalmente, la franja inferior está formada por las bases de las columnas, decoradas con animales fantásticos, la franja media está formada por columnas que sustentan las estatuas adosadas de los Apóstoles y la superior por los arcos que coronan las tres puertas. El conjunto escultórico pretende ser una representación iconográfica de diferentes símbolos tomados del Apocalipsis de san Juan y de otros textos del Antiguo testamento.



Exterior de la Catedral.

Cada una de las fachadas forma con sus respectivas plazas magníficos conjuntos urbanísticos. La barroca fachada del Obradoiro fue realizada por Casas Novoa en 1740; también barroca es la de Azabachería, obra de Ferro Caaveiro y Fernández Sarela y modificada por Ventura Rodríguez; la de Platerías, construida por el maestro Esteban en 1103; y sobre todo el pórtico de la Gloria, obra primordial de la escultura románica, concluida por el maestro Mateo en 1188.

Interior de la Catedral.

La Catedral de Santiago de Compostela es uno de los centros de peregrinación cristiana más importantes del mundo.
Por dentro es bastante espectacular, con planta de cruz latina rodeada de naves laterales. También tiene tribuna, crucero y una girola. En los alrededores de la girola hay pequeñas capillas dedicadas a diversos santos. Por ejemplo, en la capilla conocida como Relicario se conservan los sepulcros de algunos personajes históricos.
Desde la girola se puede acceder a la Puerta Santa, al sepulcro de Santiago Apóstol y a la parte posterior de la escultura de Santiago, donde tradicionalmente los visitantes abrazan o besan al santo
En su versión primitiva la Catedral tenía solamente nueve capillas. Cinco de ellas se abrían al ábside, de planta rectangular, la primera y más antigua, semicirculares las otras
cuatro. Otras cuatro se abrían a la pared Este de ambos brazos del crucero. El paso del tiempo, la aparición de las fundaciones y patronazgos modificaron el armónico y bello diseño original, dando así origen a la aparición de infinidad de capillas. Por ello hoy cuenta con un total de 16 capillas y una Iglesia adosada. En otro lugar nos ocupamos de la de las Reliquias y la de San Fernando o Tesoro.


Fachada del Platerías.

La fachada del platerías pertenece al románico del siglo XII.
Si nos situamos en el centro de la Plaza de Platerías podemos observar que está delimitada por la catedral y el claustro en dos de sus lados. Contigua a la catedral se encuentra, además, la Casa del Cabildo.
Según muchos autores, la fachada que recibe el mismo nombre que la plaza, de Platerías, posee una estrecha relación con la escultura del “Panteón de la Colegiata de San Isidoro de León”, otra de las joyas del Arte Románico.
Esta fachada es la más antigua de la Catedral de Santiago de Compostela, comenzándose a construir en el año 1075.
Esta fachada tiene adosada a su izquierda la Torre del Reloj, también conocida por Torre de la Berenguela (en recuerdo de quien la mandó construir, el Arzobispo Berenguel de Landoria).
Es una torre con una base de construcción románica y un primer cuerpo gótico, a la que el arquitecto Domingo de Andrade añadió importantes modificaciones, convirtiéndola en una de las obras más señaladas del “Barroco compostelano”.
La fachada consta de dos fabulosas puertas románicas con tímpanos historiados, los cuales no han sufrido modificación alguna, conteniendo escenas del Nuevo Testamento.
- Tímpano de la izquierda: aquí encontramos el llamado “Relieve de la Tentación de Jesús en el desierto”. En él aparece la imagen de una mujer semidesnuda que lleva una calavera en el regazo.
Se puede referir a una leyenda iniciática de origen templario y tal vez de raíces cátaras.
La leyenda dice que hubo una vez una doncella que quedó preñada aún cuando ella aseguraba que no había tenido contacto con varón.
Sus padres la mataron para ocultar la vergüenza y la enterraron y una vez enterrada parió una cabeza parlante que predecía el futuro de los humanos.
Esta figura no está orando de rodillas sino que está sentada sobre dos leones. El tema se repite dentro de la catedral, en un capitel de la parte alta del deambulatorio; en lugar de cráneo sostiene una cabeza monstruosa.
- Tímpano de la derecha: encontramos como temas principales el Prendimiento, la Flagelación y la Coronación. “Escenas de la pasión”.
En los pilares que flanquean la portada hallamos personajes y escenas del Antiguo Testamento, entre los que sobresale la figura del rey David.
En las enjutas de los arcos se sitúan ángeles trompeteros, como si de un Juicio Final se tratara.
El centro de esta zona está ocupado por las figuras del Salvador y Santiago, relacionado el primero con el círculo del Maestro Mateo, alrededor de un amplio número de personajes de los que sólo algunos se disponen originalmente.
Sabemos que el orden en el que se distribuyen actualmente las figuras no corresponde con la distribución primitiva.

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